sábado, 10 de mayo de 2014

Ironman 3 (Shane Black 2013): Tony Starks se pone sensible...

                                 


En la catarata de películas sobre superhéroes, parecerse dado una escisión entre la mirada del superhéroe de Marvel y el superhéroe de Dc. Si DC trata de darle una trasfondo psicológico a sus personajes, Marvel los libera de toda culpa. Tony Stark es una especie de estrella rebelde que se pasea con mujeres en su mansión, que juega con sus juguetitos como un niño rico y tiene la novia tonta que le perdona todo. Todo ante la mirada aprovatoria que posee una estrella de rock o ciertos estereotipos de Hollywood. En Batman Inicia, Cristian Bale utilizaba una vida frivola para ocultar su verdadero yo, para Ironman es su verdadero yo.


El giro que presenta la mirada de Shane Black, es precisamente el intento de sacarlo de ese lugar común del cinico rebelde, para darle un cierto quiebre psicológico que no estaba en las dos entregas anteriores de Favreu, en las que Tony Stark largaba todo el tiempo una chorrera de chistes fáciles ante cada intervención. ¿Pero es simplemente la idea conservadora de un rebelde que asienta cabeza,o es un intento de darle una profundidad psicológica y sacar del caparazón a un un personaje frivolo? Hay otra aspecto llamativo y es la incomodidad de el personaje y su traje. Este parece romperse y salirse de su cuerpo ante el menor ataque de una forma reiterativa, hay ya una fragilidad contraria al disfrute y el juego de las anteriores entregas. Ya Ironman no es irrompible, su coraza ya no lo protege del mundo exterior.


David Foster Wallace remarcaba que la ironía en la cultura Norteamericana había dejado de ser desafiante del Establishment, para convertirse en Establishment. Según Wallace, la ironía fue carcomiendo de a poco los cimientos de la cultura, para llevarla a un punto en que cualquiera que se compremetiera fuertemente con algo podía ser tildado de nazi. La ironía de la que habla Wallace no es la ironía con la que Marvel trata de alejarse del poder blanco de Hollywood, esa ironía funciona. El mandarín lejos de ser el temido Talibán que parece ser es un producto fabricado para producir miedo. La excusa perfecta para la intervención. La analogía con Afgasnistán es muy obvia. Lástima que el mensaje llega tarde.




miércoles, 23 de abril de 2014

La Gran Belleza: Retrato del Hastío








Cuando llegué a Roma, a los veintiseis años, me precipité demasiado rápido a aquello que se puede definir como el remolino de la mundanidad, pero yo no quería ser simplemente un hombre mundano, quería ser el rey de los mundanos.


Jep Gambardella, La gran belleza”



Jep Gambardella, como una es pecie de Marcello Mastroianni en La Dolce Vita venido a menos, camina por las mismas calles de Roma que caminó el personaje de Fellini, frecuenta la misma sociedad burguesa adinerada de la capital Italiana, en ella se repite la misma hipocresía y decadencia. La noche de la ciudad eterna, han absorvido gran parte de la vida de Jep, que se es un escritor que no escribe, que ni siquiera disfruta de su trabajo, solo deambula por una Roma en donde todo es mundanidad y aburrimiento. Pero a diferencia del Marcello de la Dolce Vita, en donde el personaje no parece sentirse a gusto en ningún momento, Gambardella parece disfrutar todo ese mundo, se entrega con desenfreno a una vida que lo consume, pero que de ningún modo quiere renunciar.

Sorrentino parece querer agregarle algo de profundidad a este periodista cultural hastiado de sí mismo y de su entorno, utilizando el recurso de la voz en off para deslizar todo el nihilismo del personaje, dándole más fuerza autoral y protagonismo. Pero no alcanza, las máximas con las que periodista destila en su derrotero por esa fauna que lo rodea, se convierten repititivas y forzadas, hay una utilización de la música que por momentos parece publicitaria. No es que esto no se vea en otras películas del director, pero aquí esa fórmula se utiliza hasta el cansancio. Visualmente La Gran Belleza es magnífica, travellings largos desmenuzan una ciudad que parece haber quedado arquitectónicamente varada en el tiempo. Que no solo conserva sus edificios representativos, sino también la presencia de la Iglesia Católica, representante y parasitaria de los sectores más pudientes. También hay escenas surrealistas como cuando una artista conceptual se lanza contra un muro, o cuando asistimos a una habitación dónde la gente saca número para colocarse botox. Todo un entramado de personajes que conforman un mundo grotesco y hermoso a la vez, hereditario de Fellini y el gran cine Italiano de los 60 y los 70.

No es ninguna sorpresa que Sorrentino haya ganado un Oscar con una de sus películas más edulcoradas. No me hubiera imaginado a Las consecuencias del amor o al Amigo de la familia películas muy superiores desde mi punto de vista, compitiendo por la estuatilla dorada. Igualmente La Gran Belleza no es una película simplona tampoco, pero me quedala sensación que el director no se animo más. Hay toda una intención filosófica que no termina de cerrar ninguna idea, como si al igual que el personaje, Sorrentino se quedara con encandilado con la propia belleza de sus paneos y olvidara que había una historia por contar. Entoncés, el film se transforma por momentos en un viaje turístico por Roma, que divierte por momentos y en otros, aburre demasiado.


domingo, 27 de noviembre de 2011

Un Cuento Chino (Sebastián Borensteinz, 2008)




La figura de Ricardo Darin se ha transformado en uno de los alfiles del cine argentino. Mayormente de la mano de Campanella, sus personajes se han cimentado en la figura de una especie de  héroe de clase media, una simbólica reserva moral en una sociedad que carece de la misma en muchos de sus ámbitos. Pero también su calidad de actor lo ha hecho jugarse por papeles más oscuros y ambiguos. Piénsese en las dos obras únicas de Fabian Bielinsky, malogrado director que lo insertó en el papel de villano en Nueve Reinas, o el retraído personaje del Aura, un buen arquetipo del anti-héroe.

Aquí, en Un cuento Chino, Sebastián Borensteinz en le da un personaje complicado. Por que que Roberto no deja de ser el mismo personaje de películas anteriores, que vive en los suburbios de Buenos Aires, pero su carácter misántropo lo aleja del lugar convencional del mismo. En esa vida de ogro que lleva, aparecen dos hechos fundamentales, encontrarse con Jun, un oriental que se encuentra perdido y que decide llevar a su casa, y Mari (Muriel Santana), una mujer que vive en el campo y que se siente fascinada por la figura de él. Su vida es metódica y obsesiva, cuenta clavo por  clavo las cajas que  le mandan sus proveedores a su cerrajeria, cierra los ojos exactamente todas las noches a la misma hora, una disciplina que remite a un pasado militar y rígido. La llegada de Jun representa un estorbo que tiene que solucionar cuanto antes y  para eso se da un plazo solo de siete días.

La tragicómica historia de Borensteinz, representa un nuevo cine que logra complementar cantidad de espectadores con calidad de producto. No hay demasiados recursos ni ganchos fáciles con el espectador, lo que se celebra. Hay un descubrimiento actoral para mi que es el de Muriel Santana, y actores de reparto sólidos, ni hablar de ciertos encuadres y detalles que aportan a la narratividad de la historia. Quizá el único problema del film sea su descenlace. Borenteinz monta una escena poco creíble, que no para resolverse ni actoral ni narrativamente. No así su final, que pone otra vez al igual en que el Secreto de sus ojos, a Darin cruzando un alambrado en un campo, esta vez, no para encontrarse con el horror de aquella historia, acá, todo lo contrario.



domingo, 20 de noviembre de 2011

Dr Parnassus (Terry Gilliam, 2009) Más allá del bien y del mal




Una novela es un espejo: todo el mundo lo dice ¿Pero que es leer una novela? Yo creo que es lanzarse a través del espejo.

Jean Paul Sartre

Así, de manera violenta,  como los asistentes de Parnassus introducen a su público a través del espejo, Terry Gilliam nos introduce en su película. El primer personaje es un borracho típico de los pubs londinenses, su cara grotesca remite al mal en persona, el deber de Parnassus es purificar su alma. Cuando está por lograrlo, dentro de su mente, aparece Mr Nick para disputarla, una representación del diablo interpretado magistralmente por Tom Waits. Entonces ya sabemos de que va el juego, Parnasuss y Mr Nick representan una lucha milenaria entre el bien y el mal. Pero el film de Terry Gilliam está lejos de tener la retórica del cine fantástico convencional,. A medida que transcurre la película surgen otros interrogantes, Gilliam construye un engaño, los personajes van mostrando su verdadera cara; ¿Es tan malo Mr Nick? ¿Es tan buen el dr Parnassus? ¿Y su inocente hija?

Todas estas cuestiones hacen que de a poco la película pierda mirada épica que suponía del principio, Gilliam logra así salir de la eterna lucha entre el bien y el mal, para adentrarse en los terrenos más fangosos y placenteros. En todo caso, la lucha que se nos representan está enmarcada en una mirada actual, más aggiornada. Mr Nick representa de algún modo el consumismo, el miedo, la sumisión. Parnassus, por el otro lado la liberación humana de las posesiones terrenales, religiones. En este contexto, hay guiños hacía el budismo, las teorías hippies de la liberación de la mente. Pero ni siquiera el mismo Parnassus se salva de la mirada aguda de Gilliam. Realmente logra liberar las almas humanas, ¿O es solo un mero truco para quedarse con sus posesiones? Head Ledger parece todavía arrastrar el personaje del guasón, pero igualmente logra otra interpretación hipnótica y convincente. Jhonny Deep, Jude Law, Colin Farrell, en su reemplazo, completan una línea de tres soberbia.

Quizá por momentos los efectos parezcan algo añejos con la espectacularidad que se ve hoy en día. Y los mejores momentos se vean en el mundo real, y no tanto en el imaginario. Pero es un precio que Gilliam está dispuesto a pagar a cambio de una obra fuera de los lugares comunes, y la corrección política que acecha en el cine contemporáneo. 

viernes, 4 de noviembre de 2011

El buen pornógrafo: Entrevista con César Jones



La figura de César Jones irrumpió en el cine porno allá por los convulsionados años del 2001. Su Ópera prima, Las fantasias del Señor Vivace (2001), marcó el inicio de una carrera que con altos y bajos, ha logrado entrar en la discusión fuerte de la industria pornográfica argentina. Industria que el mismo César no duda de  tildar de "enana" y con mucho todavía que recorrer. Con gran amabilidad y de forma exhaustiva, este director oriundo de la Plata, respondió para Cinesis 2.0, diferentes preguntas que ayudan a descubrir a un director poco convencional, que intenta alejarse de los canones establecidos del género, para llevarlo por que no, a lugares más fértiles.

1)  En mi primera pregunta voy a ser tajante… Sacándote a vos y a varias excepciones, ¿por qué creés que se hace tan mala pornografía en Argentina?

En el devenir del porno como género industrial a nivel internacional hubo un punto de inflexión que fue la aparición del video.  Esta tecnología rápidamente reemplazó al fílmico en virtud del abaratamiento de costos que aparejaba, pero también por la menor complejidad técnica requerida para manipularla, al menos en su vertiente más básica.  Como consecuencia de esta migración, se hicieron a la escena nuevos realizadores personales y talentosos que, bajo las anteriores condiciones, tal vez no habrían podido llevar a cabo sus creaciones dentro del triple x.  Pero éstos fueron los menos, pues lo que en realidad campeó bajo este nuevo cielo fue una multitud de arribistas sin la menor noción respecto del lenguaje cinematográfico –y en muchos casos ignorantes también del decurso del género que empezaban a hollar-, lo cual, sumado al aumento exponencial de la oferta –siendo que a partir de allí era mucho más rápido y módico filmar una película porno-, trajo aparejada una progresiva pauperización del relato en territorios hardcore, hasta llegar al punto de su reducción a la mínima y desoladora expresión en muchos casos.
Pues bien, los comienzos del condicionado por estas tierras –obviando su larga primera etapa clandestina, va de suyo- se dieron a finales de los ´80, es decir, con el video como formato establecido desde el vamos.  El proceso, a escala, tuvo grandes similitudes con el que operó en el orden internacional y que describí líneas arriba.  Amén de casos puntuales donde el talento sencillamente escasea al punto de la evanescencia, ocurrió que el medio se pobló desde un primer momento de paracaidistas sin una pizca de entusiasmo ni esmero por su faena creativa, dispuestos a manipular un dispositivo sencillo y un espacio –el porno argentino (generoso por lo porno y novedoso por lo argentino)- que contaba además con la ventaja añadida y crucial de su inigualable potencia de base.  En otras palabras: de tan generoso, el triple x tornó y sigue tornándose carne de abuso, pues su fortísimo punto de partida –sexo explícito expuesto en pantalla- hace que experiencias tan desastradas como muchas de las que bien conocemos por estas Pampas, generen –al menos así hasta hace poco-, con todo y sus calidades de subsuelo, un interés del mercado en todos los eslabones de su cadena, incluyendo al receptor final, claro.  Desde ya que la práctica repetida de tales azotes fue minando la salud del género –y más en su versión local, naciente y débil- y es por eso que el impacto de la irrupción de la Red como lugar casi exclusivo en el que traficar bienes culturales –incluido el porno-, más la piratería, el resurgimiento del amateur made in casa y otros factores concomitantes, constituyeron un duro uppercut que nos está obligando, prácticamente, a comenzar de cero y en tierra arrasada.  No obstante la calamidad, es una gran oportunidad de cambio profundo que algunos estamos tratando de comprender y aprovechar del modo más intenso que nos es posible, siendo que, en mayor o menor grado, todos fuimos actores de este derrumbe anunciado.

2 ) Claro, me quedo con lo que dijiste al final,  hay que volver a cero, hubo una involución. Cada vez menos guión, menos diálogos.  No es por desmerecer lo que hacés, pero ¿tan difícil puede ser hacer un buen guión porno? No sé, pienso que todos somos potenciales guionistas de películas pornográficas, está en nuestra naturaleza. Hay mucha dejadez y falta de originalidad, y oportunistas como vos bien decís. Todavía se ven pornos con la temática del sodero... el jardinero...., es una locura...


Sí, yo creo que justamente -y entre otras cosas- porque tiene su buen grado de dificultad es que miramos en derredor y vemos una mayoría abrumadora de ideas pobres, remanidas, estereotipadas o ausentes.  La materia perlada es la excepción en lo que atañe a pornografía, en parte por lo dicho recién y en parte por lo enunciado en respuesta a tu primera pregunta.


3) Siempre fuiste muy crítico del género  gonzo, pero de hecho has utilizado el mismo en varias de tus películas,  y con muy buenos resultados. ¿Cómo explicarías esta contradicción?

Que yo sepa he incursionado en el gonzo sólo en “SuperSalvaje” y de una manera muy lateral, por así decirlo: todo lo que ocurre bajo ese estilo dentro del film corresponde a imágenes rodadas por un director amateur y luego montadas a gusto por mí.  O mejor dicho a disgusto, puesto que si bien una vez me hube embarcado en la empresa acometí la jugada con lúdico placer, lo cierto es que de no haber mediado un tormentoso frente financiero y personal en mi vida, no habría hecho lugar a esa experiencia.  Sin embargo no reniego del gonzo, lo disfruto cuando es febril, estimulante, vigoroso, pero eso sucede a cuentagotas y más allá de que hoy también hay muestras excitantes y renovadas de esta veta –y que parece comienzan a multiplicarse, por fortuna-, sus mejores opus, en mi opinión, hay que rastrearlos en la fase primera de su desarrollo, durante los últimos estertores de la década del ´80. En buena parte de los veinte años de en medio se erigió en la marca del hastío y agotamiento creativo del género a nivel mundial, de allí mi postura crítica.

4)   Yo consideré “Pornumental” y “Pornumental Jone’s” dentro de ese género. Disfruté mucho especialmente de “Pornumental Jone´s”, ¿Cómo fue que surgió esta película?
 
Sí, me imaginé que habías pensado en las Pornumental y en realidad estás bien rumbeado.  Yo creo que hay en esos dos films una mixtura de elementos del gonzo, del amateur y del subgénero de entrevistas, sin responder por ninguno de los tres.  Creo también que su mayor acierto está en la indagación erótica y franca de los entrevistados y en la construcción de un clima de intimidad que, me parece, se genera entre participantes y director, pero, como en un círculo múltiple y virtuoso, también entre aquéllos y los espectadores y entre éstos y  el realizador.
"Pornumental" surgió, básicamente, como la confluencia, más insoslayable que nunca, entre presupuestos hiperbajos y ansias de explorar en terrenos que, y así de paso le ponemos un moño genérico al enigma, yo definiría como porno-documental (de hecho de ahí la contracción del título). “Pornumental Jone’s” fue la consecuencia sofisticada, por decirlo generosamente, de aquella primera intentona.


5 En muchas de tus películas hay un personaje principal  que funciona como liberador de las represiones sexuales, de las fantasías. ¿Creés que el cine porno puede funcionar de la misma manera en las personas? 


Interesante cuestión.  Es posible que el cine porno, cierto cine porno, tenga un efecto terapéutico, liberador, curativo en quien lo consume.  Personalmente nunca me lo planteé como objetivo, porque además creo la única forma en que tal efecto benéfico puede tener lugar es esmerándonos en labrar la materia creativa siguiendo la flecha de nuestro propio querer, de nuestras necesidades particulares y nuestras ansias privadas –¡llamémosles semipúblicas!-, ése es el único modo en que podemos ofrecer algo honesto y, con suerte, positivo al prójimo.  Por el contrario, desde el mismo momento en que nuestro producido se tiñe en el cinismo, la jerarquización desmesurada de la mirada del otro, la necesidad lisonjera o aviesa de agradarle, es desde ese preciso momento en que queda claro no llevaremos a la retina y al alma de los que receptan más que un tóxico con mayor o menor grado de posibilidad de daño, según el caso.  Y en última instancia –y en primera también- lo que me resulta irresistible del porno es su condición de inigualable plataforma y ducto genérico a través del cual vehiculizar las hipótesis, los encantos y los enigmas de esta carne erotizada y palpitante que somos.
Agrego tardío que, escaneando en retrospectiva y a velocidad mis propios delitos audiovisuales, es probable que en “Euge no duerme” y sobre todo en “Teatro Genital” pueda verificarse aquella función del o la protagonista a la que hacías referencia en la pregunta, criatura ficcional en viaje iniciático hacia los develamientos de sus propios misterios en tanto entidad sexual, o bien navegando hacia la confrontación primaria entre anhelo y represión que la dramaturgia del relato va poniendo en el centro de su recorrido existencial, aunque, vale aclarar, siempre lejos de epifanías gloriosas y finales incontrastables, redondos y que a mí se me hacen muy parecidos a la muerte, como las utopías digamos, que son la negación de la potencia defectuosa de la vida, el ansia de cristalizarlo todo de una vez y para siempre en un pretendido estado de cosas inmaculado e insuperable; no hay nada más parecido a dejar de existir que eso, y la lógica de muchos martirologios provienen de ese mal lugar, que por suerte el signo de los tiempos ya ha dejado atrás en tanto objeto de veneración. El porno por su parte, y en principio, es vitalista.  Me dispersé, lo siento.  

6 Sí, yo hacía referencia también al personaje del psicoanalista en Perversiones sexuales de un terapeuta”, o al mismo Sr. VIVACE...

 Claro, en esos casos se trata –en este sentido puntual- de personajes cuya función es la de propiciar la confrontación interna (el Dr. Fuller) o bien la apertura hacia el ansiado goce (Sr. VIVACE) en otros protagonistas (y por transitividad en el espectador), ambos a su muy distinta manera (humor violento y sombrío en un caso, alegría camp-pop en otro) y los dos sin embargo bajo la férula de la comedia discurriendo sobre estructuras porno. 


 7) ¿Qué es lo más difícil de hacer porno? ¿Hay algo con lo que te gustaría no tener que lidiar?

Aquí en Argentina y en mi experiencia particular, se relacionan directamente con la condición infausta de una industria enana y que no para de desbaratarse a sí misma y ahora, como si fuera poco, prácticamente derruida por factores externos y torpezas propias.  No obstante, lo que se extiende de aquí en más no es un silencioso funeral sino un desafío inédito, rebosante de posibilidades, y en eso estamos unos cuantos (bah, no tantos en realidad).
Respecto de la segunda parte de la pregunta, es algo que ni siquiera me planteo, actúo bajo otra modalidad operatoria, que ve los obstáculos y aun los incordios e incluso el caos –dentro o fuera del porno- como vallas que impulsan el salto en alto del pensamiento y la sensibilidad y, consecuentemente, su traducción en objetos audiovisuales esmerados, amorosos y, en lo posible, cada vez un poco más refinados, ellos y yo, que nuestras versiones precedentes: crecimiento compartido.

8) ¿Hay algo nuevo en el mundo del porno que te interese, ya sea  nacional o internacional? ¿Cómo ves el panorama?

Hay bastante porno actual que me gusta, pero, dadas ciertas características de la industria hoy –reemplazo (salvo excepciones) de la figura del realizador por la de la productora con su sesgo fantasmal e impersonal, fabricación seriada y compartimentación abrumadora, replicación exasperante y otros etcéteras-, me resulta difícil señalar un director o una obra que me cautiven a todo lo largo; se trata más bien de encuentros felices y aislados entre toneladas de material sin ningún interés para este servidor.  Y estos hallazgos suelen y pueden aparecer en los más diversos rincones del universo hardcore: en los videos de corta duración bajo categorías (bukkake, anal, etc.) de acceso gratuito en la Red, en las “aventuras” de Clothed Female / Nude Male, en alguna inesperada gema de cualquiera de las interminables sagas con que suele lastimarnos el triple x industrial, en un sorprendente largo nipón o en los intentos subterráneos de cierto olvidado pornógrafo local.  Todo bienvenido, pero también contingente, tal vez una característica de estos tiempos.  Si pienso en nombres propios con peso, mirada y trayectoria, debo remontarme como mínimo a los ´90.  Algunos creen encontrar en el posporno la respuesta vital a la supuesta perfidia disciplinadora del género, yo no veo allí más que puritanismo mal digerido y una vaporosidad lista para escandalizar vecinas que ya no existen; por otro lado y a estas alturas autodenominarse con el prefijo “pos” y seguir creyendo en una suerte de evolucionismo cultural caduco por el cual cada movimiento representaría la superación ética y estética del anterior… dios nos libre de este Ku Kluxxx Klan plagado de mala conciencia que, para peor, no para de devaluar pensamiento vivo (DeleuzeGuattariFoucault y siguen las firmas).  Se parece un poco a la intelligentsia kirchnerista, en la vocación policíaca y en el espíritu de secta iluminada que sólo habla para sí. En fin, mejor revisemos la obra de Michel Ricaud, así sonreímos mientras se cuecen los que están por venir. 







 9 )A mí me gusta mucho Mario Salieri, hay un cuidado por las actuaciones, el contexto, la trama. Por momentos uno parece olvidarse que está viendo una película porno. Y a veces con tus películas me pasa lo mismo. ¿Creés que la línea que separa al porno con el cine de ficción pueda ponerse cada vez más fina? ¿Qué creés que nos depara el futuro?

En realidad creo que hay ciertos directores cuya obra nos hace recordar que existe territorio porno fértil, más que hacernos olvidar del contexto genérico transitado. No es la trama, en mi opinión, la condición sine qua non para que esto ocurra, sino la presencia de una mirada –la del realizador- que propicia un encuentro íntimo e irreplicable con el receptor a través de la construcción de un universo-sentido erótico que eventualmente habitar.  No creo por otro lado que existan intentos proactivos por borrar esa línea que referís, pero sí casos puntuales en que ese mestizaje audiovisual tiene lugar (Catherine Breillat es, quizá, un caso emblemático en este sentido).  Además, y allende fronteras y demarcaciones, lo crucial es el esmero en el relato –sobre códigos porno, no porno, inclasficables, cuales fueren- y en esa dirección el triple x –aunque a modo de excepción frente a la chatura dominante, todo hay que decirlo- ostenta nombres propios que pueden decirse en voz alta y que son la prueba de las posibilidades del género cuando se lo explora con ansias, honestidad y talento: Michel Ricaud, a quien ya mencioné en respuesta a tu pregunta precedente, Henri ParisDamianoLeslieCadinot,  el mismo Stagliano, los hermanos MitchellGreg DarkAlex de Renzy y unos varios más, afortunadamente.  En cuanto al futuro, me caracterizo por una miopía  flagrante para visualizarlo, mucho más en un ámbito tan, digamos, volátil como es el condicionado, y ni que hablar si nos enfocamos en su versión local, donde mi dificultad se acrecienta notoriamente por la incidencia de factores que le son propios y que ya he enumerado a lo largo de esta entrevista.  Que no tengo idea, en fin, aunque creo reconocer tímidos síntomas de transformación alentadores: paulatina retirada del imperativo/estereotipo físico del mainstream internacional, que comienza a difuminarse para dar lugar a un abanico de concepciones de atractivo carnal que enriquece el espectro de la pantalla y del deseo; reflorecer de propuestas imaginativas –osadas en lugar de “extremas”, tal vez- en el seno del gonzo y derivados; renovado interés por el género en su vertiente argumental y/o autoral más seductora y algunas otras señales que auguran un porvenir venturoso y excitante en materia de triple x, aunque… recuérdese que todo esto lo pronostica un miope sin cura ni largavistas. 

10 ¿Con qué actriz/actor/ del género pornográfico te gustaría poder filmar? 

A nivel local me gustaría volver a trabajar con Julieta JulksCherry Rouge, con Loki y varios más, además de los que hoy desconozco, vendrán mañana y me deslumbrarán.   En el plano internacional me ocurre lo mismo que con las películas, he visto actuaciones subyugantes de personas que pasan tan fugazmente por pantalla y retina que ni siquiera puedo recordar nombres, rostros o atributos, apenas si la huella de la sensación de embeleso que me provocaron.  Del mismo modo, para hacer menciones concretas, debo –como con las obras de los realizadores- retroceder en el tiempo: jugar a imaginar cómo habría sido dirigir a Moana PozziGeorgina SpelvinHarry ReemsMarc Stevens y en fin, algunas otras figuras afines que engalanaron la historia del cine pornográfico. En todo caso, H.G. Wells proveerá (¿?).


11) . ¿Estás en algún proyecto nuevo? ¿Algo que se pueda develar?

Actualmente en fase de germinación de ideas y escritura de un par de borradores –por ahora no merecen llamarse de otro modo- de los cuales probablemente uno se posicionará como punta de lanza para acometer un nuevo film, esto a mediano plazo.  Paralelamente existe otro emprendimiento que estoy llevando a cabo junto a mis colegas Tony Panero y Alejandro De Marco, pero lastimosamente no podemos adelantar nada más aún, pues todavía está en ciernes y preferimos anunciarlo cuando sus posibilidades de concreción sean un hecho.




lunes, 10 de octubre de 2011

Tropa de Elite (José Padilha 2008) El huevo de la serpiente



Cuando mire las votaciones a peor película en distintas revistas y blogs de cine en el 2008, en casi todas se encontraba Tropa de Elite. Y no es casualidad. Hay una escena muy significativa en la que el protagonista/ “héroe” coloca una bandera de la tropa en la tumba de su discípulo fallido, muerto en manos de los narcotraficantes. Esta se coloca aún por encima de la bandera de Brasil, por que he aquí la ideología imperante en la película de José Padilha. La policía es corrupta e inútil, el mismo gobierno esta corrompido, entonces La tropa de elite es ese algo que nace por afuera de la ley y se coloca por encima del estado. No hace falta decir que ya de por si, que este auspiciada por Petrobras y Claro entre otras marcas, ya es sospechoso. Pero el nivel de explícito e ideológico hace que uno empiece a pensar que detrás de esta producción se encuentra la derecha más reaccionaria de Brasil, que deja al tea party de Norteamérica como unos nenes de pecho. Ni el más cínico de los Micky Vainilla diría que el problema no es que haya chicos en el narcotráfico, sino que estos arrastren a los chicos ricos, es demasiado. Puedo jurar que por momentos el ambiente se ponía tenso e intolerante hasta entre los espectadores que nos encontrábamos en la sala.

La violencia que explícita y desbordante que muestra Padilla intenta estar justificada en todo momento.  Hay que aclarar que la película igualmente fue cuestionada por sectores de izquierda y de derecha, los últimos, con el alegato de que la película exagera el accionar del grupo paramilitar. No necesariamente los pensamientos de el Capitán Nascimento (Nazismento?) son los de Padilla, pero en ningún momento del film parece haber una condena hacía la sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte del grupo de operaciones. No en vano fueron las distintas reacciones que se sucedieron en Brasil luego del estreno del film, dónde el logo de la BOPE (Batallón de operaciones policiales especiales) se exhibía junto con disfraces en los carnavales de la Región, mientras se coreaban  las frases del Capitán cómo en un estadio.  Ni hablar de las denuncias sobre el abuso y la licencia que sintieron muchos policías a la hora de proceder en las redadas, que sintieron que una aceptación popular para llevar a cabo estos procedimientos.

En lo que refiere estrictamente al Film, Tropa de Elite es un producto de mediocre de contenido, que se sostiene meramente por su argumento lineal y violento, hecho para el disfrute de un público morboso, que anhela la violencia gratuita. No es que Padilha no se meta con temas profundos, pero lo hace de una manera superficial y demasiado intencionada. La defensa de la institución policial, a su vez, necesita de una justificación que pase por encima de la corrupción imperante en la misma, como si se hablara de la misma cómo de un mal necesario. El ataque a las Ong, la utilización de la clase media rica brasilera como chivo expiatorio del conflicto, muestran otras facetas de un film atípico y reaccionario. Ni siquiera podemos confiar que el retrato de estas fuerzas para-militares  sea verídico, más sino un adiestramiento ideológico para el futuro accionar de las mismas. Igualmente, no creo que la película con su continuación hayan generado hoy por hoy más expectativa y adición de la que puede generar cualquier película de acción con su susodicho héroe, en fin, nada serio.

miércoles, 20 de abril de 2011

Nadar Solo: Diseño de Interiores


Martín es un chico que vive en Capital y quiere ser baterista. Un día recibe el llamado de un ex-compañero de departamento de su hermano, quién aún  guarda pertenencias del mismo.  Su hermano, es una incógnita no develada, casi ni siquiera para el propio Martín, solo sabemos de su ausencia. Pero a partir de ese llamado, se despierta en él  un interés por saber de su paradero.

Alguna vez escuche a Raúl Perrone decir de manera militante que quería hacer que su cine y el cine cada vez se parezcan a la realidad, Acuña parecería querer hacerle honor a esa idea. En su cine no una búsqueda del artificio, de embellecer la realidad, sin embargo parece conseguir todo lo contrario. El retrato que propone de la adolescencia, o en este caso, de una generación, no es armado. Aquí no hay poses, ni clichés, nada que se le parezca, la vida de Martín podría ser la de cualquier joven en cualquier ciudad, en cualquier país. Acuña es de esos directores que ponen énfasis en la narración y no en la historia, a medida que avanza la película nos damos cuenta que en realidad la búsqueda de su hermano por momentos se ira diluyendo, se perderá en el trajín de la vida suburbana, los encuentros, los amigos, la vida escolar.
Martín se encuentra con gente que conoció a su hermano, novia, amigos, ex-compañeros de piso, en cada encuentro trata de sacar la más mínima información, a su vez irá llenando esos espacios que su hermano dejó en cada persona, tratando de justificar sus acciones, sus motivos.
Al igual que en su película posterior, Cómo un avión estrellado, Ezequiel Acuña construye un personaje por demás de auténtico y creíble, lejos de cualquier convención sobre los jóvenes, Martín simplemente es. La mirada lacónica de su cine, de las relaciones humanas, y del mundo en general, generan por momentos una angustia que contrasta con una ciudad claustrofóbica, de espacios cerrados y relaciones fugaces.  Nadar Solo, de a poco, se transforma en una experiencia cinematográfica pura, dónde al igual que el protagonista, nos sentimos sumergidos en una historia que parece viajar a la deriva, dónde no hay giros argumentativos ni picos dramáticos.
Acuña se sitúa dentro de una generación de directores que pretenden contar algo sin explicarlo, confrontando con el cine discursivo de los 80, apelando a la imagen como formato primordial en el cine.
Tal vez muchas películas se han hecho sobre buscar un lugar en el mundo, tal vez muchas sobre jóvenes conflictivos, pero seguramente pocas de la sinceridad de “Nadar Solo”.