lunes, 10 de octubre de 2011

Tropa de Elite (José Padilha 2008) El huevo de la serpiente



Cuando mire las votaciones a peor película en distintas revistas y blogs de cine en el 2008, en casi todas se encontraba Tropa de Elite. Y no es casualidad. Hay una escena muy significativa en la que el protagonista/ “héroe” coloca una bandera de la tropa en la tumba de su discípulo fallido, muerto en manos de los narcotraficantes. Esta se coloca aún por encima de la bandera de Brasil, por que he aquí la ideología imperante en la película de José Padilha. La policía es corrupta e inútil, el mismo gobierno esta corrompido, entonces La tropa de elite es ese algo que nace por afuera de la ley y se coloca por encima del estado. No hace falta decir que ya de por si, que este auspiciada por Petrobras y Claro entre otras marcas, ya es sospechoso. Pero el nivel de explícito e ideológico hace que uno empiece a pensar que detrás de esta producción se encuentra la derecha más reaccionaria de Brasil, que deja al tea party de Norteamérica como unos nenes de pecho. Ni el más cínico de los Micky Vainilla diría que el problema no es que haya chicos en el narcotráfico, sino que estos arrastren a los chicos ricos, es demasiado. Puedo jurar que por momentos el ambiente se ponía tenso e intolerante hasta entre los espectadores que nos encontrábamos en la sala.

La violencia que explícita y desbordante que muestra Padilla intenta estar justificada en todo momento.  Hay que aclarar que la película igualmente fue cuestionada por sectores de izquierda y de derecha, los últimos, con el alegato de que la película exagera el accionar del grupo paramilitar. No necesariamente los pensamientos de el Capitán Nascimento (Nazismento?) son los de Padilla, pero en ningún momento del film parece haber una condena hacía la sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte del grupo de operaciones. No en vano fueron las distintas reacciones que se sucedieron en Brasil luego del estreno del film, dónde el logo de la BOPE (Batallón de operaciones policiales especiales) se exhibía junto con disfraces en los carnavales de la Región, mientras se coreaban  las frases del Capitán cómo en un estadio.  Ni hablar de las denuncias sobre el abuso y la licencia que sintieron muchos policías a la hora de proceder en las redadas, que sintieron que una aceptación popular para llevar a cabo estos procedimientos.

En lo que refiere estrictamente al Film, Tropa de Elite es un producto de mediocre de contenido, que se sostiene meramente por su argumento lineal y violento, hecho para el disfrute de un público morboso, que anhela la violencia gratuita. No es que Padilha no se meta con temas profundos, pero lo hace de una manera superficial y demasiado intencionada. La defensa de la institución policial, a su vez, necesita de una justificación que pase por encima de la corrupción imperante en la misma, como si se hablara de la misma cómo de un mal necesario. El ataque a las Ong, la utilización de la clase media rica brasilera como chivo expiatorio del conflicto, muestran otras facetas de un film atípico y reaccionario. Ni siquiera podemos confiar que el retrato de estas fuerzas para-militares  sea verídico, más sino un adiestramiento ideológico para el futuro accionar de las mismas. Igualmente, no creo que la película con su continuación hayan generado hoy por hoy más expectativa y adición de la que puede generar cualquier película de acción con su susodicho héroe, en fin, nada serio.